VALORES FUNDAMENTALES DE LOS DERECHOS HUMANOS

               Existe una serie de principios, creencias y valores, fundamentales en la filosofía, que la humanidad   ha considerado indispensables para vivir en paz y armonía. Ideales a los que aspira y ha puesto como base en el establecimiento de leyes y referencias de acción y actividades que dependen del tipo de Estado (liberal, socialista, conservador).
            El fundamento filosófico de los derechos humanos está en la ética como disciplina   o ciencia de la filosofía que tiene por objeto de estudio a la moral, esto es,   la conducta buena o mala del ser humano, que decide en libertad.
En el establecimiento de estas normas, el reconocimiento de los valores tales como la libertad y el respeto a la dignidad del ser humano han sido los principios dominantes. Hoy en día, la sociedad lucha, cada vez más por el reconocimiento y el respeto de sus derechos individuales y sociales a través de sistemas políticos de gobierno que los legitimen, como es el caso de los sistemas democráticos, en donde, para que funcionen adecuadamente, la voz de la gente y la opinión pública  debe ser escuchada y tomada en cuenta.
            Para exigir los derechos se deben conocer los principios que ayudan a tener una participación en la construcción de ese mundo ideal que todos suenan. Los derechos humanos tiene las siguientes características o atributos: son derechos innatos (se adquieren al nacer), inherentes (íntimamente ligados) a la persona, inalienables (que no se pueden perder) de todos los seres humanos, esto es, universales por definición
            Los siguientes son los valores que se resaltan en el primer objetivo: la vida humana, cada vida humana, la igualdad entre todos los seres humanos (versus discriminación), la libertad en sus diversas manifestaciones: de pensar de obrar, de expresarse. La  Carta de los derechos humanos no se limita a estos principios abstractos. Aunque de manera general, da cuenta  de que los individuos son reales en cuanto sociales y,  por lo tanto, son agentes dentro de una situación cultural concreta. La “agencia moral” del individuo está condicionada por las creencias y valores de la sociedad inmediata en la que se desarrolla su existencia y, por consiguiente, las cargas que esa sociedad transmite al individuo  son determinantes para que éste concrete  sus acciones en una dirección.
            De allí que se deriven valores relacionado con esa concreción social: identidad, diversidad y tolerancia (pluralismo), Finalmente, se sugiere una forma de entender la convivencia entre los seres humanos en su diversidad cultural, que va más allá de la tolerancia convencional, a través de dos principios antiguos: solidariedad y subsidiaridad.

Marisol Hernández.
Abogada.