viernes, 21 de diciembre de 2012

EL FENÓMENO POLÍTICO. Pensamiento Político. Marisol Hernández


EL FENÓMENO POLÍTICO. Marisol Hernández

EXAMEN SUCINTO DE RELACIONES POLÍTICAS
ENTRE EL INDIVIDUO, LA COLECTIVIDAD Y EL ESTADO,
PROCESO DE TRANSICIONES EVOLUTIVO O POR REVOLUCIÓN Y
DE LOS ELEMENTOS  INTEGRANTES ESENCIALES DE LAS DOCTRINAS POLÍTICAS,    DEL AUTOR WALTER MONTENEGRO (1973)

  EL FENÓMENO POLÍTICO

            1. Examen sucinto de relaciones políticas  entre el individuo, la colectividad y el Estado en el mundo moderno. En líneas generales, la identificación o definición ideológica de un esquema político depende de las características que asume la interdependencia de tres (3) factores: el individuo, la colectividad y el Estado.
El origen de la interdependencia o relaciones reside desde el momento en el que  el hombre, en el mundo primitivo (el “animal político” de que hablara Aristóteles) comienza a asociarse con sus semejantes para la satisfacción de sus necesidades inmediatas y elementales, hasta  que el Estado (que tuvo su origen en esa asociación), se convierte   en un ente semidivino.
            El individuo empieza aceptando por necesidad el imperio de la autoridad institucionalizada en el Estado, el jefe primitivo (mezcla de sacerdote y caudillo) funda su derecho en la fuerza, en la habilidad para conducir a los demás y, alega poderes sobrenaturales para justificar sus prerrogativas. Más tarde los reyes dicen derivar su poder de Dios. Finalmente, surge el concepto jurídico-político del Estado (la ciudad Estado y luego el Estado nación), con su atributo esencial de soberanía.
            El individuo acepta todo esto, primero, porque la presencia de la autoridad le es útil para el resguardo, siquiera relativo, de su seguridad y sus intereses (por pequeños que estos sean); segundo, porque se lo imponen a la fuerza y no le queda otro remedio que acomodarse a las circunstancias. Pero, invariablemente, acaba por rebelarse contra la autoridad.
            En el constante  y dinámico proceso de adaptación desde la prehistoria hasta el mundo contemporáneo, el hombre fue diseñando y organizando diferentes normas de convivencias dentro de las cuales surgió el concepto de autoridad, Lo que da su  identidad propia  o definición  de un esquema político es el carácter de esas normas: su inspiración, sus fines, el radio de acción que tienen y el papel más o menos preponderante que en cada acontecimiento desempeña el individuo, la colectividad y el Estado.

            El presente análisis se enfoca sobre el mundo moderno (que comprende  la caída de Constantinopla en 1453 hasta la revolución francesa en 1789) que empieza a tomar forma a medida que desaparecen en Europa el sistema feudal y se sientan las bases de los Estados nacionales.  Se analiza el fenómeno político  explicando  el individualismo, la concepción colectivista y el intervencionismo estatal.
            El individualismo (preponderancia del individuo en el esquema político), cuya expresión contemporánea es la democracia liberal, tiene como finalidad, en lo filosófico, salvaguardar los  “derechos inherentes e inalienables” a la condición humana: derecho a la vida, a la libertad, la felicidad. En lo material, garantizar la propiedad privada, la iniciativa y la empresa privada. El individuo es el protagonista y el objetivo final de este orden político económico. La colectividad lo sirve: el Estado lo protege (ver Liberalismo).
            Dentro de la concepción colectivista (con preponderancia de la colectividad), que engloba    a las diversas formas de socialismo, el objetivo es la felicidad colectiva, surge el nuevo concepto: quien debe servir es el individuo a la colectividad. Se entiende la distribución igualitaria  de los beneficios colectivos, tanto morales y jurídicos. En este esquema no se considera la propiedad privada, la única propiedad respetable es la que “cumple una función social”.Se reparan las injusticias de la teoría individualista, se protege a grupos económicos-sociales que habían sido menos favorecidos.
Las diferentes teorías socialistas asigna papeles  diferentes al Estado: el Marxismos y sus derivados, el Socialismo de Estado). El individuo y el Estado  sirven a la colectividad. En el ideario moderno también el estado tiene su turno.
            Pasando por alto las monarquías absolutas que identifican al Estado con su soberano. A medida que el individualismo liberal demuestra su incapacidad para resolver problemas que plantea el desarrollo de la sociedad moderna el intervensionismo estatal gana terreno. Se hace indispensable el Estado como autoridad reguladora del orden social y de la actividad económica.  Al surgir las depresiones del desarrollo capitalista, el  Estado crea fuentes de trabajo en gran escala, regula  relaciones del capital con el trabajo y el mercado laboral, para evitar huelgas y lockouts. El  Estado legisla en materia social, regula el orden jurídico, político y económico de la colectividad. Desempeña funciones de supervigilancia, de mediación, regulación y de recate respecto al individuo.
            Nace la idea de Estado socialista, ya no sirve al individuo sino a la colectividad. Se estatizan los instrumentos y fuente de producción, se inicia con las minas, pasa por la industria y a los medios de transporte para llegar a la industria manufacturera. Suecia es ejemplo típico de socialismo de Estado como sistema  de producción económico que no afecta al sistema político. Otro tipo de Estado propugna el comunismo, sin clases,  el cual pone   en manos  de la “dictadura del proletariado” el instrumento del poder político. Analiza el Estado fascista o nazi o estado totalitario porque amplía su acción integral.

            2. Se concluye que el fenómeno político  es,  esencialmente, dinámico, se producen transiciones por un proceso evolutivo o por revolución. El proceso evolutivo significa cambio gradual. Sistemático y sin empleo de la violencia. Son ejemplos el avance de la legislación social protectora de los intereses de los trabajadores y los cambios de los últimos 30 años en Gran Bretaña.
            El cambio   revolucionario, la Revolución (se habla de autenticas revoluciones y no de simples cambios de partidos o de personas o de gobierno). Está representado por la Revolución Francesa, la Revolución Rusa y la Revolución China), que alteran totalmente la estructura política, económica y social de las naciones, en cuyo seno se producen.

            3. Se explica que las doctrinas políticas propiamente dichas contienen tres (3) elementos  integrantes esenciales: 1) análisis crítico del pasado y del presente;
 2) programa para un futuro ideal (es un catálogo de remedios de males, con enfoque ético y jurídico);
 3) método de acción  mediante el cual se efectuará la transición del presente hacia el futuro ideal




Pensamiento Político.  Marisol Hernández
             El pensamiento o el pensar es reflexionar, es examinar sobre momentos hechos, acontecimientos, ideas; para formar opinión sobre ese algo. La política es la acción, la actividad que permite a los grupos humanos  la toma de decisiones colectivas, entendida como seleccionar una alternativa entre varias; aplicando instrumentos de análisis crítico; tomando posición ante las diferentes propuestas, evaluando el alcance de determinadas situaciones históricas, calibrando el costo social; por lo consiguiente, el pensamiento político consiste en aquella reflexión sobre el cómo se toman las decisiones de la comunidad en los distintos grupos, pero concretamente en aquellos directamente  relacionados con el ejercicio del gobierno, de la administración pública; es decir, del poder político, las élites dominantes, los partidos, la discusión parlamentaria, las coaliciones, las concertaciones, los discursos, las movilizaciones, los votantes.

            En este contexto de la participación de la sociedad en la política, dicha toma de decisión podría partir de una concepción o actitud cooperativista, la cual comprende a la política, como el curso de acción, como la actividad que forma a los seres humanos, o sea, obligándolos a usar el diálogo y la persuasión en la deliberación del bien común, de lo que a todos los ciudadanos afecta. Por otra parte, como consecuencia de una perspectiva que comprende a la política como el conflicto entre personas y/o grupos de intereses contrapuestos, algunas veces irreconciliables, debido a las visiones que del mundo tiene cada persona.

            También la toma de decisiones podría iniciar con un enfoque jurídico-institucionalista, esto es, apoyándose en las normas que regulan los procesos sociales; llevando a estudios formales de política que no dan cuenta de la especificidad de los fenómenos sociales. Ante la crisis de formalismo, se ha propuesto la idea de cambiar de objeto de estudio de la política y enfocar, en lugar de la organización estadal, el poder. Siguiendo la idea de Dahl y Lasswell, la noción de poder asume el concepto en términos de una relación entre actores, provocando cambios en las acciones, bajo el ejercicio o la amenaza del uso de la fuerza.

            Se comprende que los medios del poder son el conjunto de instituciones, normas y objetos que el poderoso está en capacidad de manipular para obligar al no poderoso a obedecer. Y el control de los medios de violencia, como diría Weber, lleva al control del poder. No obstante, en la realidad, el poder resulta de la relación social. La política  está formada por relaciones de poder e influencia, pero siguiendo a Easton, la ciencia política, se enfoca por aquellas relaciones de poder en las que está en juego la distribución de valores, siendo éstos recursos y bienes socialmente apreciados.

En suma, en el marco de la ciencia política contemporánea, la teoría de la decisión ocupa un lugar privilegiado, pero ahora interesa definir la política diciendo que es conjunto de relaciones de poder y de acciones de decisión que afectan, para hacer variar o mantenerla, la forma en que una sociedad se asigna autoritariamente los valores. Los procedimientos para hacer la distribución pueden ser: 1) privar a alguien de algo valioso que poseía; 2) evitar que alguien consiga lo que, sin ningún impedimento, lograría; 3) permitiendo el acceso a los valores sólo a algunas personas.

Para  comprender y profundizar sobre este tema, se recomiendan los siguientes textos:
-Del Águila, Rafael (2000). “La política: el poder y la legitimidad” . Manual de ciencia política, Madrid, Trotta, pp. 21-34.
-Villoro, Luis (1988). “Ciencia política, filosofía e ideología” en Vuelta, México, N° 137, abril, pp. 18-22.
Marisol Hernández – Investigadora en Ciencias Políticas
Abogada.
Maracaibo, viernes 21 de diciembre de 2012