EL FENÓMENO
POLÍTICO. Marisol Hernández
EXAMEN SUCINTO DE RELACIONES POLÍTICAS
ENTRE EL INDIVIDUO, LA COLECTIVIDAD Y
EL ESTADO,
PROCESO DE TRANSICIONES EVOLUTIVO O POR REVOLUCIÓN Y
DE LOS ELEMENTOS
INTEGRANTES ESENCIALES DE LAS DOCTRINAS POLÍTICAS, DEL AUTOR WALTER MONTENEGRO (1973)
EL FENÓMENO POLÍTICO
1. Examen
sucinto de relaciones políticas entre el
individuo, la colectividad y el Estado en el mundo moderno. En líneas generales, la
identificación o definición ideológica de un esquema político depende de las características que
asume la interdependencia de tres (3) factores: el individuo, la colectividad y
el Estado.
El origen de la interdependencia o relaciones reside
desde el momento en el que el hombre, en
el mundo primitivo (el “animal político” de que hablara Aristóteles) comienza a
asociarse con sus semejantes para la satisfacción de sus necesidades inmediatas
y elementales, hasta que el Estado (que
tuvo su origen en esa asociación), se convierte en un ente semidivino.
El individuo empieza aceptando por
necesidad el imperio de la autoridad institucionalizada en el Estado, el jefe
primitivo (mezcla de sacerdote y caudillo) funda su derecho en la fuerza, en la
habilidad para conducir a los demás y, alega poderes sobrenaturales para
justificar sus prerrogativas. Más tarde los reyes dicen derivar su poder de
Dios. Finalmente, surge el concepto jurídico-político del Estado (la ciudad
Estado y luego el Estado nación), con su atributo esencial de soberanía.
El individuo acepta todo esto,
primero, porque la presencia de la autoridad le es útil para el resguardo,
siquiera relativo, de su seguridad y sus intereses (por pequeños que estos
sean); segundo, porque se lo imponen a la fuerza y no le queda otro remedio que
acomodarse a las circunstancias. Pero, invariablemente, acaba por rebelarse
contra la autoridad.
En el constante y dinámico proceso de adaptación desde la
prehistoria hasta el mundo contemporáneo, el hombre fue diseñando y organizando
diferentes normas de convivencias dentro de las cuales surgió el concepto de autoridad, Lo que da su identidad propia o definición
de un esquema político es el
carácter de esas normas: su inspiración, sus fines, el radio de acción que
tienen y el papel más o menos preponderante que en cada acontecimiento
desempeña el individuo, la colectividad y el Estado.
El presente análisis se enfoca sobre
el mundo moderno (que comprende la caída de Constantinopla en 1453 hasta la
revolución francesa en 1789) que empieza a tomar forma a medida que desaparecen
en Europa el sistema feudal y se sientan las bases de los Estados nacionales. Se analiza el fenómeno
político explicando
el individualismo, la concepción colectivista y el intervencionismo
estatal.
El individualismo (preponderancia
del individuo en el esquema político), cuya expresión contemporánea es la democracia liberal, tiene como
finalidad, en lo filosófico, salvaguardar los “derechos inherentes e inalienables” a la
condición humana: derecho a la vida, a la libertad, la felicidad. En lo
material, garantizar la propiedad privada, la iniciativa y la empresa privada.
El individuo es el protagonista y el objetivo final de este orden político
económico. La colectividad lo sirve: el Estado lo protege (ver Liberalismo).
Dentro de la concepción colectivista
(con preponderancia de la colectividad), que engloba a las diversas
formas de socialismo, el objetivo es la felicidad colectiva, surge el nuevo
concepto: quien debe servir es el individuo a la colectividad. Se entiende la
distribución igualitaria de los
beneficios colectivos, tanto morales y jurídicos. En este esquema no se
considera la propiedad privada, la única propiedad respetable es la que “cumple
una función social”.Se reparan las injusticias de la teoría individualista, se
protege a grupos económicos-sociales que habían sido menos favorecidos.
Las
diferentes teorías socialistas asigna papeles
diferentes al Estado: el Marxismos y sus derivados, el Socialismo de
Estado). El individuo y el Estado sirven
a la colectividad. En el ideario moderno también el estado tiene su turno.
Pasando por alto las monarquías
absolutas que identifican al Estado con su soberano. A medida que el individualismo
liberal demuestra su incapacidad para resolver problemas que plantea el
desarrollo de la sociedad moderna el intervensionismo estatal gana terreno. Se
hace indispensable el Estado como
autoridad reguladora del orden social y de la actividad económica. Al surgir las depresiones del desarrollo
capitalista, el Estado crea fuentes de
trabajo en gran escala, regula
relaciones del capital con el trabajo y el mercado laboral, para evitar
huelgas y lockouts. El Estado legisla en
materia social, regula el orden jurídico, político y económico de la
colectividad. Desempeña funciones de supervigilancia, de mediación, regulación
y de recate respecto al individuo.
Nace la idea de Estado socialista,
ya no sirve al individuo sino a la colectividad. Se estatizan los instrumentos
y fuente de producción, se inicia con las minas, pasa por la industria y a los
medios de transporte para llegar a la industria manufacturera. Suecia es
ejemplo típico de socialismo de Estado como sistema de producción económico que no afecta al
sistema político. Otro tipo de Estado propugna el comunismo, sin clases, el cual pone
en manos de la
“dictadura del proletariado” el instrumento del poder político. Analiza el
Estado fascista o nazi o estado totalitario porque amplía su acción integral.
2. Se concluye que el fenómeno político es, esencialmente,
dinámico,
se producen transiciones por un
proceso evolutivo o por revolución. El
proceso evolutivo significa cambio gradual. Sistemático y sin empleo de la
violencia. Son ejemplos el avance de la legislación social protectora de los
intereses de los trabajadores y los cambios de los últimos 30 años en Gran Bretaña.
El
cambio revolucionario, la Revolución (se habla de
autenticas revoluciones y no de simples cambios de partidos o de personas o de
gobierno). Está representado por la Revolución Francesa ,
la Revolución Rusa
y la Revolución China ),
que alteran totalmente la estructura
política, económica y social de las naciones, en cuyo seno se producen.
3. Se explica que las doctrinas políticas propiamente dichas
contienen tres (3) elementos
integrantes esenciales: 1) análisis crítico del pasado y del
presente;
2) programa para un futuro
ideal (es un catálogo de remedios de males, con enfoque ético y jurídico);
3) método de acción mediante el cual se efectuará la transición del presente hacia el futuro ideal
3) método de acción mediante el cual se efectuará la transición del presente hacia el futuro ideal
Pensamiento Político. Marisol
El
pensamiento o el pensar es
reflexionar, es examinar sobre momentos hechos, acontecimientos, ideas; para
formar opinión sobre ese algo. La
política es la acción, la actividad que permite a los grupos humanos la toma de decisiones colectivas, entendida
como seleccionar una alternativa entre varias; aplicando instrumentos de
análisis crítico; tomando posición ante las diferentes propuestas, evaluando el
alcance de determinadas situaciones históricas, calibrando el costo social; por
lo consiguiente, el pensamiento político
consiste en aquella reflexión sobre el cómo se toman las decisiones de la
comunidad en los distintos grupos, pero concretamente en aquellos
directamente relacionados con el
ejercicio del gobierno, de la administración pública; es decir, del poder
político, las élites dominantes, los partidos, la discusión parlamentaria, las
coaliciones, las concertaciones, los discursos, las movilizaciones, los
votantes.
En este contexto de la participación
de la sociedad en la política, dicha toma de decisión podría partir de una
concepción o actitud cooperativista,
la cual comprende a la política, como el curso de acción, como la actividad que
forma a los seres humanos, o sea, obligándolos a usar el diálogo y la persuasión
en la deliberación del bien común, de lo que a todos los ciudadanos afecta. Por
otra parte, como consecuencia de una perspectiva que comprende a la política
como el conflicto entre personas y/o
grupos de intereses contrapuestos, algunas veces irreconciliables, debido a
las visiones que del mundo tiene cada persona.
También la toma de decisiones podría
iniciar con un enfoque jurídico-institucionalista,
esto es, apoyándose en las normas que regulan los procesos sociales; llevando a
estudios formales de política que no dan cuenta de la especificidad de los
fenómenos sociales. Ante la crisis de formalismo, se ha propuesto la idea de
cambiar de objeto de estudio de la política y enfocar, en lugar de la
organización estadal, el poder. Siguiendo
la idea de Dahl y Lasswell, la noción de poder asume el concepto en términos de
una relación entre actores, provocando cambios en las acciones, bajo el
ejercicio o la amenaza del uso de la fuerza.
Se comprende que los medios del poder son el conjunto de
instituciones, normas y objetos que el poderoso está en capacidad de manipular
para obligar al no poderoso a obedecer. Y el control de los medios de
violencia, como diría Weber, lleva al control del poder. No obstante, en la
realidad, el poder resulta de la relación social. La política está formada por
relaciones de poder e influencia, pero siguiendo a Easton, la ciencia
política, se enfoca por aquellas relaciones de poder en las que está en juego
la distribución de valores, siendo éstos recursos y bienes socialmente apreciados.
En
suma, en el marco de la ciencia política contemporánea, la teoría de la
decisión ocupa un lugar privilegiado, pero ahora interesa definir la política diciendo que es conjunto de relaciones de poder y de acciones de decisión que afectan,
para hacer variar o mantenerla, la forma en que una sociedad se asigna
autoritariamente los valores. Los procedimientos para hacer la distribución
pueden ser: 1) privar a alguien de algo valioso que poseía; 2) evitar que
alguien consiga lo que, sin ningún impedimento, lograría; 3) permitiendo el
acceso a los valores sólo a algunas personas.
Para
comprender y profundizar sobre este
tema, se recomiendan los siguientes textos:
-Del
Águila, Rafael (2000). “La política: el poder y la legitimidad” . Manual de
ciencia política, Madrid, Trotta, pp. 21-34.
-Villoro,
Luis (1988). “Ciencia política, filosofía e ideología” en Vuelta, México, N°
137, abril, pp. 18-22.
Marisol Hernández – Investigadora en Ciencias Políticas
Abogada.
Maracaibo, viernes 21 de diciembre de 2012