HISTORIA DE LAS IDEAS POLÍTICAS

 

            El pensamiento y las instituciones políticas de su tiempo se relacionan. La mayor parte de las teorías se dedican a justificar la autoridad que acatan los hombres o a criticar esta autoridad con la esperanza de que se produzca algún cambio favorable.
Ordinariamente, las teorías políticas son una consecuencia directa de las condiciones del medio físico (integrado  por condiciones geográficas y climáticas) y del desarrollo social. Reflejan los pensamientos e interpretan los motivos en que descansan el desenvolvimiento político. Representan las creencias del hombre sobre la naturaleza y el espíritu de las instituciones dominantes. Influyen sobre el progreso, son resultado de las condiciones actuales e incitan a los hombres a modificar las  instituciones políticas.
            Las teorías políticas pueden preceder o seguir el nacimiento de una institución. Son a la vez, causa y efecto. La Magna Carta y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en  1789 fueron programas de acción cuyos efectos se sintieron inmediatamente.
Las teorías políticas se relacionan con las ideas de los distintos órdenes. Con las disciplinas de la personalidad humana, con las ciencias, la filosofía, la ética, la religión, la economía, la literatura y aun con las tradiciones, dogmas, supersticiones y perjuicios de los hombres.
            La naturaleza del pensamiento político depende del estado del desenvolvimiento intelectual y de los intereses intelectuales del hombre, los cuales pasan por distintas fases en los períodos históricos. Existen dos fases en la evolución del Estado. La fase objetiva atiende a la realidad concreta de los Estados a través de sus gobiernos, la administración de justicia   y las relaciones internacionales y la fase subjetiva constituida por el desenvolvimiento del Estado, considerado como una abstracción. Los principios políticos, como estructura de gobierno van transformándose y modificándose de unos tiempos a otros.
            El pensamiento político es relativo por naturaleza y no descansa en la verdad absoluta, nace en el pasado y representa en el presente  una serie de problemas a los cuales no se puede dar una identidad de pareceres en el pensamiento político.   Hay una diversidad de opiniones con referencia a las causas o las soluciones y a los efectos perjudiciales o beneficiosos de ciertos aspectos de la vida política.
Las diferencias conducen a distintos puntos de vistas en la política, a la creación  de partidos y constituyen la fuente de donde brotan las fuerzas gubernamentales; en la política internacional de los Estados son origen de conflictos o de guerra.     En épocas de antagonismo político moderado, los hombres y los Estados concuerdan en el arreglo de los problemas
Marisol Hernández. Docente. Abogada